Con
motivo de la publicación de la Antología de cuento argentino por Editorial El
Ateneo en sus primeros cien años, el periodista Maximiliano Tomas le dedicó en el diario
La Nación del 5 de diciembre, una columna titulada “Discutiendo con una
antología de cuentos argentinos”. Le agradezco la atención prestada a mi
trabajo, y le pido que conversemos un poquito sobre algunos criterios.
A través
de los interrogantes que maneja Maximiliano Thomas (porqué no Antología del
cuento argentino, por qué no Antología de cuentos argentinos) advierto que hace
falta precisar, quizás como respuesta a un lenguaje que los medios de
comunicación y la divulgación en general aplastan y reducen, las diferencias
entre el uso de un singular totalizador (“el cuento” ) y una preposición que, si
es solamente “de” indica que se van a elegir cuentos en el corpus del cuento
argentino, y si es “del” representará una selección donde figuren, lo más
ampliamente posible, líneas, generaciones, autores. Mi intención fue,
precisamente, no