viernes, 8 de noviembre de 2013

A cien años del nacimiento de Albert Camus

Releer algunos textos de Albert Camus es ciertamente melancólico. No mejoró el mundo desde su muerte. ¿Acaso él lo pretendía? En todo caso, su apelación desesperada por la verdad y la coherencia es la manera de mostrar el camino, pero sin poder asegurar una travesía feliz. Me resulta notable que haya convivido en Paris con Hemingway, por ejemplo, alguien que defendía el derecho a la felicidad de una manera tan distinta y sin embargo con un aura de semejanza. Y que Hannah Arendt lo haya entendido. Y que su hijo diga hoy "no fue un filósofo". Pienso, ¿se ha dicho todo sobre la guerra de Argelia? Son preguntas solamente. Pero la carencia de homenajes oficiales tal vez sea una respuesta.

2 comentarios:

  1. Me llamó la atención también que haya pasado casi desapercibido, sigue incomodando. Su biógrafo Olivier Todd -recomiendo mucho su trabajo- dice: "...una personalidad literaria tiene verdaderos enemigos durante su vida y casi igual número de falsos amigos después de su muerte..." Pues hay enemigos que perduran, o se han reconvertido.

    ResponderEliminar
  2. El libro de Oliver Todd es extraordinario. Aunque tiene una omisión grande: no menciona la visita de Camus a la Argentina y su negstiva a dar la conferencia para la que lo había invitafo Victoria Ocampo, ni la prohibicion de su obra "El malentendido".

    ResponderEliminar