miércoles, 26 de marzo de 2014

Los silencios de Victoria



           Muchas veces Victoria Ocampo confesó que era tímida. Que cuando  se enfrentaba con sus héroes literarios le faltaban las palabras , no sabía qué decirles. Como parte de su camino de aprendizaje vital que sólo terminó en su vejez, el  acercamiento a estos héroes es, seguramente, una proyección de sus  apetencias creadoras, una manera de encontrar su propia identidad. Tardía, trabajosamente, es la ley de su destino la que la llevaba a no cejar, a no entregarse. En 1934 vuelve a Europa, invitada por el Instituto Interuniversitario Italiano a un ciclo de conferencias.