sábado, 15 de junio de 2013

Cómo se escribe una vida.

En su ensayo "Humo con fuego ( la ética de la biografía)", el profesor y escritor británico Michael Holroyd reflexiona sobre las razones que podrían tener algunos escritores para quemar cartas, fotografías, documentos. Y recuerda a su propia abuela - no escritora- quemando fotos inocentes de su propia infancia.
" Tal vez la idea de alguien rebuscando ociosa e ignorantemente entre los restos de nuestra vida, manoseando esos objetos una vez preciados y ahora inútiles, sin saber reconocer a las figuras de vestimenta extraña en las fotografías, o los sentimientos depositados en esas figuras...tal vez todo esto es mas de lo que se puede soportar."
Y entonces nos cuenta cómo quemaron parte de sus papeles Samuel Johnson, Henry James, Thomas Hardy, James Joyce, el mismo Freud.
Holroyd analiza el vinculo entre la presencia de la propia vida del biógrafo y la supuesta objetividad del genero biográfico. Y en su propia autobiografía, nos dice: " Yo encontré una libertad maravillosa en esa condición de disidente que puede ser descripta como sin sentido: la libertad de no estar atado a contextos sociales ni chauvinistas ni familiares. Mi identidad se formó a partir de mi escritura, aunque esta identidad se escondía detrás de las personas
sobre las que escribí; se escondía, creo, de los demás, y también de mí mismo. Pero ahora debo volver y explorar. Mis padres, mi familia diseminada en el tiempo y en el espacio, se han vuelto mis sujetos biográficos en tanto busco, en ellos, algo mío, y algo de ellos de mí. Porque estoy escribiendo una autobiografía indirecta, una crónica con subtexto personal, que traza mi evolución hacia alguien a quien yo mismo, de joven, nunca habría reconocido."

Michael Holroyd, "Como se escribe una vida", Buenos Aires, La Bestia Equilátera, 2011

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